Consejos para cuidar tu ropa y evitar compras innecesarias
Todas tenemos claro a la hora de comprarnos una prenda que debemos mantenerla en buen estado si queremos disfrutar de ella durante mucho tiempo, pero sabemos cómo cuidarla? Sabemos realmente cómo prolongar su uso manteniéndola en perfecto estado?
Hoy vamos a descubrir algunos tips para que esa prenda que tanto te gusta siga vistiéndote durante muchos días. Y si además, se trata de un básico de fondo de armario, vamos a intentar que no tengas que estar reponiéndola constantemente.
El cuidado de la ropa consta de diferentes fases, todas ellas importantes en sí mismas y dignas de un estudio pormenorizado: Pre-lavado, lavado, secado, planchado y colocación.
Fase de Pre–lavado
La fase de pre-lavado de la ropa es casi más importante y decisiva que el lavado en sí de la misma.
Es imprescindible que leamos las etiquetas de las prendas antes de cortarlas, esto nos va a evitar muchos disgustos innecesarios. Algunas requerirán cuidados especiales que pasaremos por alto, y puede que lamentemos.
A continuación, hay que revisar la prenda en cuestión para identificar manchas que no van a salir con un simple lavado. Y aquí vamos a detenernos en algunas muy comunes y en remedios para quitarlas:
Manchas de pegamento
Es muy común encontrarnos este tipo de manchas en pantalones, y un truco para quitarlas sería colocar la prenda encima de una toalla, empapar un bastoncito con alcohol de 90º o disolvente, y darle cuidadosamente a la mancha antes de echarla a la lavadora.
Manchas de tinta
Como pre-tratamiento para eliminarla, hay que darle con un bastoncito mojado en una mezcla de agua y alcohol, o leche templada. Este proceso también hay que realizarlo encima de una toalla
Manchas de vino tinto
El vino es un ácido que hay que eliminar con otro ácido. Así, como pre-tratamiento, habría que aplicar limón o vinagre con un algodón. Este truco sirve también con otro tipo de manchas ácidas como podría ser la provocada por el vómito.
Manchas de chicle
Lo ideal para eliminarlas es quitarlas en el momento, pero si no has llegado a tiempo, debes solidificarla aplicando hielo o metiendo la prenda en el congelador. Deja que actúe el frío en ella, y después podrás quitarla fácilmente.
Manchas de sudor
Partimos de la base que eliminar este tipo de manchas es muy complicado, pero no hay que perder la esperanza, porque aunque requiere un poquito de trabajo, es posible quitarlas. Se trata de un resto orgánico y requiere un cuidado especial.
Lo primero que hay que hacer es aplicar sobre la mancha un poco de glicerina vegetal, y dejarla actuar durante toda la noche. Por la mañana, la limpiamos con un trapo y hacemos una mezcla de vinagre y bicarbonato y volvemos a dejar que actúe. Limpiamos esa mezcla y frotamos con un jabón de pastilla, tipo “jabón lagarto”. Por último, introducimos la prenda en la lavadora rociando la mancha con algún producto con oxígeno activo como pueda ser KH7 o Vanish.
Fase de Lavado
En esta parte del proceso, lo primero es separar la ropa por colores: la Ropa blanca por un lado, y la Ropa de color por otro.
La Ropa Blanca puede someterse a una temperatura más alta de lavado, lo que facilitará que la suciedad desaparezca. Evita el uso de productos como la lejía, que lo que van a provocar es que la prendas se decoloren y se estropeen. Opta por blanqueadores oxigenados, como el perborato sódico, que aunque suene raro, puedes encontrarlo en cualquier supermercado en la zona de detergentes y suavizantes.
El detergente para ropa blanca y muy sucia, mejor en formato polvo.
La Ropa de color, lávala en frío, y del revés para que no pierda intensidad, y mejor utiliza jabón líquido.
La ropa delicada deberías lavarla en las bolsitas o mallas específicas para lavadora con el fin de evitar que se enganche o roce con el resto. Esto en el caso de que la etiqueta de la misma te permita meterla en la lavadora, por supuesto
Fase de Secado
Hoy en día echamos mano muy asiduamente de la secadora, pero no es precisamente lo más recomendable para el cuidado de la ropa. En la medida que puedas, deja que las prendas se sequen al aire.
Te recomiendo que las tiendas del revés, y que los vestidos, camisetas, camisas y blusas las cuelgues en perchas, esto te va a facilitar el planchado muchísimo. Los jerséis y chaquetas, o bien en horizontal, o en perchas con los extremos muy anchos (las típicas de las americanas de los trajes de hombre)
Fase de planchado
Procura siempre en este momento asegurarte que la superficie de la plancha esté limpia, una mancha o una zona quemada nos puede arruinar todo el trabajo anterior.
La ropa de color, te aconsejo que la planches del revés o con un trapo encima de la prenda
Fase de Colocación
Y en este último paso nos jugamos definitivamente el estado de nuestras prendas. No es lo mismo acumularlas en cajones o estanterías, que mimarlas y colocarlas en un espacio limpio, ordenado y con buen olor.
Yo, personalmente, soy partidaria de colgar la mayor parte de las prendas, pero esto no es muy práctico siempre, porque suele “faltarnos” espacio.
Así que procura colgar las blusas, camisas, faldas, vestidos y blazers de manera holgada. Utiliza perchas finitas para optimizar el espacio. Y el resto, camisetas, pantalones, leggins,…. En estanterías o cajones, de manera vertical, para que podamos visualizarla correctamente.
Ventila y limpia asiduamente los espacios de almacenaje e introduce si es necesario, productos que eviten la humedad y que perfumen las prendas.
En este punto, te aconsejo la lectura de un artículo anterior sobre “el cambio o detox de armario”, te va a aportar ideas interesantes sobre cómo organizar la ropa de temporada, la que tienes en uso.
Y con todos estos “tips” espero haberte ayudado a darle la importancia que se merece el cuidado de nuestra ropa. Es una pena que prendas que nos encantan se vean desechadas en nuestro armario porque no podemos quitar esa mancha horrible que se ve tanto, o que siempre que vamos a ponernos nos la encontramos arrugada.
La ropa que te pones es un reflejo de ti misma, mímala.
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